Con la presencia del mediático sacerdote Pedro Nahuelcura, quien cuenta con dos casas de acogida a inmigrantes haitianos que han llegado a Valparaíso, se dio inicio al Diálogo sobre Migración en Valparaíso. La cita fue el día viernes 25 de noviembre. Asistieron al encuentro junto al mencionado sacerdote, Iván Zamora, Director ONG Paicabi, y dos […]
Con la presencia del mediático sacerdote Pedro Nahuelcura, quien cuenta con dos casas de acogida a inmigrantes haitianos que han llegado a Valparaíso, se dio inicio al Diálogo sobre Migración en Valparaíso. La cita fue el día viernes 25 de noviembre. Asistieron al encuentro junto al mencionado sacerdote, Iván Zamora, Director ONG Paicabi, y dos representantes del Gobierno de Haití.
La conversación estuvo marcada por las grandes catástrofes que han afectado al caribeño país y que ha producido un éxodo desde ese país. Para Marie Wed Jean Baptiste, trabajadora social de la isla “lo que está haciendo Chile con nuestros compatriotas haitianos es un gesto de amor tremendo. Se entiende que todo no sea perfecto, pero entidades como las distintas iglesias y el gobierno están colaborando”, agregó además que se va con la sensación de que en este país se está avanzando en el respeto al inmigrante.
Por su parte el sacerdote diocesano Pedro Nahuelcura que lidera la causa en la región, principalmente en la Parroquia del Inmaculado Corazón de María, en Avenida Uruguay a sólo cuadras donde hace un par de meses murió asesinado un haitiano de 32 años de edad al ser asaltado, señaló que “tenemos que entender que todos somos inmigrantes. Qué sería de Valparaíso sin sus inmigrantes? Se preguntó el sacerdote.
Para los asistentes al diálogo fue una oportunidad para saber los detalles de cantidades, la calidad de vida de los migrantes y las condiciones en que trabajan y conviven en nuestro país.
Al mismo tiempo se conocieron las pinturas de la muestra infantil Mis Derechos organizada por ONG Paicabi. Para el artista visual, Christián Carrillo, a cargo de la muestra infantil “se trató del derecho a la cultura y a la integración social en un espacio cultural reconocido donde los menores pudieron mostrar lo que hace y lo que sienten con respecto a sus derechos